Diarios de Pokhara VII: Aprender a nadar

Tras el trekking del ABC y volví a Pokhara a pasar unos días más y porsupuesto para llevar a Ramesh a la piscina, tal y como le había prometido.

Junto a Ian y Nikki, 2 ingleses afincados en Nepal y también amigos de la comunidad de ‘Asian Tea House’, cogimos un par de taxis para llevar a una tropa de niños a nadar. Yo me traje además a unos niños indios, hijos del dueño de la peluquería que estaba al lado de mi guesthouse.

Nada más entrar los niños se fueron directos a la piscina pequeña. Estaban a su bola con los flotadores y los balones hinchables. Come on Ramesh, let’s go to the big pool!, you have to learn to swim! Ramesh se hacía el remolón pero la final se acercó a la grande. Desde la zona donde tocaba le dije que nadara hasta mí, que estaba más lejos pero tocaba fondo (cosas que tiene ser más alto ;). Ramesh algo nadaba, estilo perrito pero nadaba, entendí que lo que realmente le imponía era lanzarse al inmenso lago Phewa Tal.

La verdad es que lo pasamos genial.

Ese mismo día era el 12 cumpleaños de Rashma (la hermana de Ramesh) y tras la piscina fuimos todos a Asian Tea House y le hicimos una mini-fiesta con pastel, velas y hasta le cayó algún regalo….

Al día siguiente volvía a Kathmandu, casi 1 mes después de haber llegado a Pokhara. Ramesh me pidió que no me fuera, que me quedara más días en Pokhara. La verdad es que he pasado unos días estupendos pero también sentía la necesidad de volver a moverme, además de que necesitaba ir a Kathmandu de nuevo para renovar mi visa (la última que me permiten) y para organizar mi próximo trekking a la zona del Everest.

Me hizo prometerle que volvería a hacerle una visita antes de irme definitivamente de Nepal, le dije que lo intentaría….