Diarios de Pokhara III: Kamal el ‘niño’ de la calle

 
El tercer día ya me movía por Lakeside como pez en el agua y decidí, como la primera vez que visité esta ciudad, alquilar un scooter para visitar la verdadera Pokhara (fuera de la zona turística) y pasarme a hacer una visita por la escuela de Vishnu, el niño ciego que me encontré el primer día.
 

Me encaminé a Barahi Chowk donde están los alquileres de motos y scooters y pillé uno para todo el día por 400 rupias. Un chaval que estaba por allí se me acercó: ‘Hello do you need a guide, i can go with you in the scooter’ y yo le dije que no y me largué a desayunar. Tras el desayuno volví a pasarme por donde el alquiler para preguntar hasta que hora como máximo tenía que devolver la moto y por allí seguía el mismo chaval que se me volvió a acercar: ‘Please sir i know Pokhara very well and i can guide you’ y yo le dije ‘I know Pokhara as well and i don’t need a guide’ y el me dijo ‘Today no tourist let me come with you please’ y la verdad es que me dio un poco de pena porque apenas debería tener 16 años y llevaba un ‘globo’ a primera hora de la mañana que era demasiao así que le dije ‘Come with me if you want but i’m not gonna give you any money, are we clear?’ y él: ‘Yes sir, don’t worry’ y se subió.

Saliendo de Lakeside todo se vuelve más caótico: tráfico por todos lados, más búfalos y gente. A pesar de tener la dirección y el nombre de la escuela de Vishnu apuntado en un papel, no conseguía encontrarla y entonces Kamal, que así se llamaba el chico, empezó a indagar entre los locales para guiarme hasta finalmente encontrarla. Kamal todavía iba muy colocado y le dije que se quedara afuera esperando si quería. Entré en la escuela y fui a la garita de entrada donde pedí ver al profesor de ‘los niños ciegos’. Al cabo de unos minutos apareció un hombre (de etnia Gurung) que hablaba un excepcional inglés: ‘Hello who are you?’ y yo le expliqué me había encontrado a un alumno suyo llamado Vishnu en Lakeside y que tenía interés en conocer a los demás niños. El profesor resultó ser muy amable y me dijo si no me importara volviera al cabo de media hora porque estaban en el recreo y yo le dije que perfecto. Salí de la escuela y allí seguía Kamal esperando junto a la moto: ‘Is this the school you were looking for? y yo: ‘Yes this is the one!’. Kamal parecía mas compuesto y había que esperar así que le dije: ‘Are you hungry? let’s go eat something’ y fuimos a un bar donde pedí unos momos y unas coca-colas. Durante la comida Kamal, que resultó hablar un estupendo ingles ‘aprendido (según él) en la calle’ me explicó que vivía en la calle porque se había escapado de su casa en Gorkha (a medio camino entre Kathmandu y Pokhara) porque su padre era alcohólico y le pegaba y que desde entonces no había vuelto y vivía de ‘la caridad’ de los turistas de Lakeside. Ya tenia 19 años. La ropa que llevaba no era la que alguien que vive en la calle vestiría. Where did you get those clothes? y me contestó, ‘a canadian guy that works as a volunteer in Pokahara bought them for me, but it’s the only one i have’. Entonces yo le expliqué que también había estado trabajando como voluntario cerca de Kathmandu, construyendo un orfanato. El prosiguió explicándome que el mismo tipo de Canadá había intentado meterlo en una casa de acogida pero que al ser mayor de edad pues no le habían aceptado.

Kamal era muy inteligente y su dominio del inglés era realmente asombroso. ‘You, the volunteers are very nice people’, me dijo ‘if it hadn’t been for some of them, who knows where would i be today’. Yo le pregunté ‘Is there something you need?’ y me contestó ‘I’m very cold at night, a blanket would help’ entonces le dije que después de visitar la escuela podríamos ir a algún bazar de Pokhara a hacer algo al respecto.

Después de los momos, volvimos a la escuela, esta vez Kamal entró conmigo. El profesor nos llevó a una clase donde los niños ciegos aprendían braille. Algunos eran ciegos parciales, otros totales. Después fuimos a otra clase donde varios niños ciegos atendían una clase en la que la mayoría de los alumnos podían ver. Ante la presencia de un extranjero, los niños se revolucionaron. El profesor me presentó y Kamal y yo nos sentamos en unos pupitres. Desafortunadamente la clase era en nepalí y a los 15 minutos, sin entender nada de nada, me excusé y nos fuimos. Saliendo volví a hablar con el profesor responsable. ‘Thanks for your visit, do you know if your ong would be keen on sending someone to teach here?’ y yo le dije que principalmente trabajaban en el valle de Kathmandu pero que lo podría preguntar. Saliendo de la escuela, Kamal me dijo: ‘You are a good man, thank you for bringing me with you’

Nos volvimos a montar en la moto y fuimos hasta un bazar en Prithvi Chowk. Varias tiendas que vendían mantas. Pregunté. 1500 rupias. Regateo. 900 rupias. Kamal me dijo ‘If you are here with me they are gonna overprice the blanket, give me some money and i’ll go to a different shop alone’. Por entonces, creía que Kamal parecía muy honesto y olvidé completamente lo que le había dicho nada más conocerle: ‘i won’t give you any money’. Le dí lo que llevaba, 600 rupias (6 €) y el me dijo ‘wait for me here i’ll be back in 20 minutes’. Tras esperarle 1 hora y 30 minutos entendí que Kamal nunca volvería.

Kamal no volvió.

Dudo que nunca llegara a comprar la manta. Seguramente él entendió que se había ganado las 600 rupias por ‘hacer su trabajo’. La decepción fue tan grande que estuve tentado en ‘barrer’ Lakeside con la moto para dar con él. Lo dejé correr.

A pesar de ya haber tenido alguna que otra decepción con los nepalíes que merodean por Thamel. Esta vez creí que iba a ser diferente. Seguramente el pensó: ‘otro turista tontorrón al que engaño’, yo por el contrario me resisto a creer que los nepalíes siempre se acerquen a los turistas con el mismo fin, sacarles algo de dinero.

Seguramente peque de inocente y me empeñe en ‘sacar agua’ de las piedras…. 

~ por nordic nomad en 28 marzo, 2009.

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